El diseño del restaurante se basó en emplear materiales de construcción comunes, como son el ladrillo y el pañete, y disponerlos de manera poco convencional. Se compone una atmósfera de armonía entre tonos cálidos y texturas especiales.
Un ladrillo artesanal, material principal de la composición, se dispone tanto en pisos como en paredes de manera empetacado y ligado, sin boquilla. Detalles en cobre contrastan afortunadamente con el rojo del ladrillo y refinan su textura rugosa.
El pañete, complemento del ladrillo y aplicado únicamente en paredes, se estría en sentido vertical con una llana metálica dándole profundidad a la textura. El color beige del pañete se logra con una mezcla de pintura blanca y arena de río. De esta manera se obtienen dos grados distintos de textura; el de las estrías continuas, y el de la rugosidad de la arena. Detalles en bronce se lucen sobre esta textura.