El vacío es el detonador de dinámicas urbanas que propone este edificio para estructurarse como un hito en la localidad de Santa Fe.
El lugar escogido por el distrito para el desarrollo del proyecto dificulta el llamado a despertar respeto por las instituciones. Ubicado entre medianeras, en la mitad de la manzana, frente a una vía terciaria, con solo 3 pisos de altura permitidos y con un andén de 2 metros al frente, optamos por hacer del vacío la el eje estructurador del proyecto.
El vacío está llamado a complementar la vida urbana de las calles aportando nuevos espacios verdes, comunitarios y libres.
Mediante una operación estereotómica se construyen vacíos expresados en todas sus dimensiones. En alzado, planta y corte se materializan diferentes vacíos y umbrales que consiguen una experiencia única en un edificio institucional.
El programa se estructura en torno a dos grandes patios y un centro de manzana a través de los cuales entra el sol, el viento y la gente.